Las emociones que despierta un partido de Baby Fútbol van desde la euforia más alegre hasta la completa desilusión que puede generar la derrota del equipo que apoyamos. En esta historia no contada, conocimos a Isabella Suárez, una fanática del equipo de Venezuela que viajó desde Maracaibo hasta Medellín para apoyar a su equipo y que destacó en la tribuna de la Marte 1 por su increíble entusiasmo que indudablemente se proyectó hacia los jugadores al sentir en cada pase la energía que desde las gradas les enviaba Isabella. Ella misma describe entre sonrisas que sentía que la adrenalina era tal, que se le iba a salir el alma del cuerpo, en un partido que además de todo, se resolvió en ronda de penales donde lamentablemente su equipo no resultó victorioso pero a pesar ser eliminados, quedaron con la satisfacción de haber dado un buen espectáculo a un público que los acogió con todo el cariño que distingue siempre a las gentes del Festival de Festivales.